Productividad. 5 factores para mejorar en tu almacén

En numerables ocasiones hemos escuchado a políticos y economistas referirse al término productividad y a la importancia de su aumento en las PyMes españolas para tener un tejido empresarial de mayor competitividad pero, ¿realmente sabemos qué es la productividad?

Según la RAE la productividad se define como “la Capacidad o grado de producción por unidad de trabajo o relación entre lo producido y los medios empleados, tales como mano de obra, materiales, energía, etc. Es decir,  la productividad es un factor de eficiencia que nos indica la cantidad de recursos utilizados para obtener un determinado resultado (producto, servicio o tarea). En consecuencia, una mayor productividad en la empresa significa una mayor rentabilidad de nuestro negocio, es decir, que obtendremos mayores beneficios. Por este motivo, si quieres mejorar la productividad de tu almacén hortofrutícola, te proponemos varias ideas para que pongas en práctica.

1. Revisa tu forma de trabajar

Revisa minuciosamente y de forma crítica todos los procedimientos y operativas establecidas en tu almacén, es decir, examina tu forma de trabajar. La calidad y tiempo que tardas en atender a un cliente,  las tareas administrativas y de gestión, la disposición y organización física de los productos en almacén y cámaras… todo esto, aunque no lo creas, es susceptible de ser mejorado con el objetivo de minimizar los recursos que destinas a cada una de ellas.

2. Comunicación y trabajo en equipo

La comunicación interna entre todas las personas de la organización es fundamental. Una mejor coordinación nos evitará la duplicidad de tareas, minimizar los errores y malentendidos. Establecer pequeñas reuniones periódicas de no más de 10 minutos con los miembros de tu equipo —a ser posible con todos
los asistentes de pie— y con un orden del día claro favorecerá la comunicación interna y evitarás las reuniones interminables y cero productivas.

Define y delimita claramente las funciones de cada empleado para evitar la duplicidad de tareas, crea un buzón interno de sugerencias y establece protocolos y vías de comunicación interna como por ejemplo tablones de anuncios, correos electrónicos o aplicaciones informáticas.

3. Invierte en nuevas tecnologías

Está claro que la inversión tecnológica incide directamente en la productividad de la empresa. Trata de jubilar equipos informáticos obsoletos; los tiempos de espera de un ordenador obsoleto o no actualizado hasta que te muestra la información solicitada pueden llegar a ser desesperantes. Provee a tus empleados de amplios monitores, superiores a las 17 pulgadas, al disponer de un tamaño mayor de pantalla se trabaja de forma más ágil y cómoda con la información manejada.

También puedes introducir en la variable de optimización tecnológica elementos como pantallas táctiles, tablets y un sinfín de dispositivos y gadgets existentes en el mercado que según tus necesidades puedan ayudarte a mejorar.

Evidentemente, en caso de que trabajes con un software de gestión obsoleto o que no se adapte a tus necesidades particulares, deberías ir planteando el cambio de sistema. Este factor posiblemente sea uno de los que más pueden incidir de manera positiva en la productividad.

4. Formación continua

Es de vital importancia que la empresa se preocupe por la formación de sus empleados. La formación continua es un excelente modo de aumentar a largo plazo la productividad de tu plantilla. Por tanto, ofrece a tus empleados la capacitación necesitaría para desempeñar con eficacia su labor. Cursos para que sepan desenvolverse cómodamente en las nuevas tecnologías o para que conozcan los aspectos fundamentales de la comercialización de la fruta y verdura; cursos de etiquetado y envasado o para mejorar la higiene alimentaria; y, por qué no, una formación profunda sobre el  producto que venden, son algunos de los múltiples posibilidades que podrían incidir en una venta más productiva.

5. La información es poder

Ya hemos hablado en alguna ocasión de lo importante que es para la empresa el análisis de nuestros datos. Beneficios por partidas, costes, comisiones, pedidos, mermas, clientes más rentables y un largo etc. Un buen análisis de los datos puede ayudarnos a detectar factores que lastran nuestra productividad y por tanto nos permite actuar para su mejora.

En resumen, la aplicación de estos 5 factores ayudarán a aumentar considerablemente la productividad de tu almacén y a potenciar las aptitudes de tus empleados, por lo que verás recompensado todo el esfuerzo en forma de beneficios económicos. Todo serán ventajas.

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