¿Serán los drones y vehículos inteligentes los que nos entregarán los productos frescos? ¿Llegaremos a consumir las frutas y hortalizas llegadas directamente del campo? ¿Nos permitirán los avances tecnológicos predecir el tiempo con meses de antelación para tener preparados nuestros campos?
Desde luego, aún son preguntas de difícil respuesta, pero sí podemos empezar a visionar cómo va a ser el comercio hortofrutícola dentro de una década gracias al estudio sobre el que vamos a hablar a continuación.
El mercado hortofrutícola del futuro
Según este estudio de mercado realizado por Marta Kwiatkowski y Cristine Schäfer y editado por el Gottlieb Duttweiler Institute, nos esperan importantes novedades de cara a la industria agroalimentaria y a la comercialización de los productos frescos.
Las innovaciones técnicas y el aumento de la producción mundial de alimentos, sumado a la mejor atención médica, han supuesto un importante aumento de población que deriva en una mayor demanda de productos alimenticios. Además, el consumidor tiene un mayor interés por los productos frescos y la vida sana en general.
No hay que olvidar la competencia del mercado chino que obliga a los mercados de Occidente a reorientarse para «aprovechar mejor las oportunidades” que se les presentan. ¿Y cuáles son estas oportunidades? Principalmente, la mayor especialización en la industria agroalimentaria y el desarrollo de nuevas técnicas que demandan nuevas profesiones relacionadas con el sector. Una de las herramientas claves de esta era es el big data, que ayuda a una producción más eficiente y segura. Las consecuencias son claras: un cultivo más barato, preciso y al alcance de todo el mundo.
Por tanto, a la agricultura tradicional le salen nuevos competidores; empresas diversificadas que están a la última en lo que a innovación tecnológica se refiere y que obligan a “las de toda la vida” a sumarse a la transformación para sobrevivir en el mercado.
Estrategias de éxito en la producción y distribución
Parece que entre las tendencias de marketing del futuro más próximo, el producto fresco local ocupa un lugar cada vez más importante. Según este artículo, la combinación del “auténtico producto de casa” con la alta tecnología puede ser la clave del éxito en el futuro de la industria agroalimentaria.
En cuanto a la distribución, la velocidad en la entrega de los productos será la máxima para triunfar. No se trata de una tendencia, sino de una obligación para todas las empresas que quieren permanecer en el sector. El cliente lo quiere “aquí y ahora”. Así pues, los plazos de entrega serán cada vez más cortos y la metodología, más exigente. Porque los métodos de los que dispondrán los clientes para hacer sus pedidos también se van a mirar con lupa. Así, por ejemplo, el uso de las plataformas digitales, como las app móviles o e-commerce propias es una clara tendencia de comercios mayoristas y minoristas.
Por otro lado, el manejo de los datos de nuestros clientes para realizar estudios de mercado y rentabilidad va a ser fundamental para encaminar nuestras decisiones del futuro y diferenciarnos de nuestra competencia. Por ello, contar con herramientas adecuadas que nos faciliten estudios de rentabilidad, como los Business Intelligence, nos ayudarán a enfrentarnos a los retos que nos plantearán los mercados en el futuro.
Conclusiones
En definitiva, la dura competencia del mercado hortofrutícola, el aumento de la población y la especialización de la industria agroalimentaria suponen para el comercio hortofrutícola del futuro la orientación hacia la producción local —a la par que sofisticada desde el punto de vista tecnológico—, así como a una demanda exponencial de rapidez y calidad en la gestión de los pedidos agrolimentarios.
Fuente: Cómo será el comercio hortofrutícola en 2025. Hortofruit Innova, Jun-Sep 2017, 6-9.
